Es difícil sintetizar y ser objetivo en este relato, ya que nos cuesta separar la información recabada y los hechos concretos, de todo el afecto, cordialidad, buena onda, ayuda desinteresada y amor al prójimo que hemos recibido durante nuestra visita exploratoria y todo el proceso previo.
Nuestra primera impresión fue que Winnipeg es una ciudad con gran extensión territorial pero con la fisonomía de un pueblo grande, por su baja densidad demográfica, ya que creció mucho lejos del centro de la ciudad. Sin embargo se puede llegar rápidamente a todos lados gracias a la red de caminos, avenidas y autopistas, que permite que el tránsito sea fluido.
Con respecto a las bajas temperaturas, podemos comentarles que a nosotros lo más bajo que nos ha tocado vivir fueron – 13°C, pero lo increíble es que no se siente el frío por lo seco que es el aire. Todos nos han dicho que, si bien son muy bajas las temperaturas aquí, uno puede seguir su vida normal con el recaudo de abrigarse lo suficiente. Por lo que hemos podido ver -y recogiendo la experiencia de quienes ya viven aquí- hay muchas actividades que se pueden hacer en el tiempo libre, ya sea deportivas, culturales y sociales y que no se detienen por las condiciones climáticas.
También es sorprendente la cantidad de actividades que ofrecen los colegios y la gran atención y contención que brindan a los alumnos.
Todos nos advirtieron que hay suficiente trabajo para quienes quieran trabajar, aunque inicialmente no se pueda conseguir trabajo dentro del rubro o área que uno ya tiene en Argentina. O si consigue, seguramente no lo haga en el mismo escalón jerárquico en el que se venía desempeñando.
Para un recién llegado son buenas las chances y oportunidades para poder comprar una vivienda, por lo cual fueron varios los que nos comentaron que se arrepintieron de no haber comprado enseguida en lugar de alquilar.
En cuanto a la entrevista formal con la que se cierra nuestra visita exploratoria, queremos destacar que se desarrolló en un ambiente absolutamente cordial y distendido. Entramos a ella con muchos nervios, pero fue la propia entrevistadora quien nos aclaró que no había motivos para que estemos nerviosos y nos fue pidiendo la documentación que nos había requerido que trajéramos y fue preguntándonos acerca de nuestra experiencia durante la vista y nuestros planes por si llegamos a establecernos en Winnipeg.
Este es un muy escueto resumen de lo que fueron nuestras averiguaciones durante la visita exploratoria. Sin embargo, la experiencia fue muchísimo más enriquecedora de lo que –para no aburrir- plasmamos en estas pocas líneas. Para quienes quieran obtener más información respecto de nuestras averiguaciones, pueden hacerlo escribiéndonos a roxanita.echavarria@gmail.com (Roxana Echavarría). Para quienes quieran saber más acerca de nuestras vivencias, las contamos más detalladamente en otro post de este mismo sitio (Roxana y Ernesto en Winnipeg)
Comentários