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Nuestra experiencia para nacionalizar a nuestra hija en el ReNaPer (sin consulado de por medio)

Para mis queridos compatriotas y para aquellos que lean por mera curiosidad (si es que a algún no-Argentino pudiere interesarle esto por razones que escapan mi comprensión) les cuento que, a aproximadamente dos meses de desandar el camino del Consulado Argentino en Toronto respecto del trámite de nacionalización Argentina de mi hija, acabo de recibir en mi contestador la llamada de mi madre con la confirmación que su nieta es ahora Argentina.

Me salteo, por razones de tiempo y espacio (y para evitar alguna que otra posible diferencia de opiniones) toda la reflexión acerca de lo que representa (o no) para algunos de nosotros “hacer Argentinos” a nuestros hijos, me lo salteo intencionalmente porque sé que ese puede ser un tema que genere un poquito de polémica y, si bien es una polémica que puede ser interesante discutir (y no menos interesante escuchar otras voces) la dejo para alguien que quiera meterse en esas “aguas pantanosas”. Sumado a esto también está el tema que (por lo menos hasta el día en que esto fue escrito) los “Canadienses” pagan una taza de reciprocidad para entrar a la Argentina de 75 Dólares (una entrada) o 150 U$D (múltiples entradas por 5 años, desde la primera entrada).

Pero, como se dice por ahí, todo eso es agua de otro pozo: la única razón de este post es anoticiar a la comunidad de Argentinos en Manitoba (y otros lugares, por qué no) con hijos que NO se nacionalizaron (o aquellos que pueden llegar a tener hijos en el futuro) acerca de “la otra vía” posible para llevar adelante el trámite que para mi sorpresa fue muchísimo más sencillo que el proceso en el Consulado Argentino en Toronto.

Nosotros, como la gran mayoría de Argentinos en Manitoba que decidimos ir para adelante con este trámite, comenzamos usando los servicios del Consulado. Las razones fueron (ahora que lo pienso) la falta de información acerca del trámite en Argentina y lo sencillo que parecía hacer el trámite vía viajes consulares.

Nuevamente y como dije respecto del tema de la nacionalización de los hijos, me salteo también todos los pormenores de porque nos echamos atrás respecto de la opción consular. Mejor dicho: me lo salteo en un 99% de eso… permítanme que me detenga en el relato para documentar sólo un 1% de todo lo que nos hicieron discutir y el mal rato que pasamos debido a la falta de seriedad del Consulado. Comenzamos el trámite siguiendo las reglas impuestas para dicho trámite (solicitud de turno para el viaje consular, partida de nacimiento autenticada en Ottawa por el Department of Foreign Affairs, las fotos y la mar en coche) luego de MESES de iniciado el trámite (pago de aranceles de por medio) se nos notifica que el Consulado Argentino de Toronto determinó que a partir de ese momento “la firma de las Actas Notariales” (uno de los tantos papeles a firmar) “se llevará a cabo únicamente en nuestra Oficina Consular en Toronto” (sic).

Más allá del tremendo inconveniente que esto suscita para todos los Argentinos que, estando en su jurisdicción, no vivimos cerca y aun cuando esta decisión nos pareció un “paso atrás” respecto del procedimiento utilizado por el Consulado con anterioridad, entendimos que ellos estaban en su plena libertad de imponer las normas y reglamentaciones que consideraran y que si bien nos perjudicaba, no había mucho que pudiéramos hacer. Para embarrar más la cancha, el cambio del trámite se hizo en forma retroactiva y decidieron afectar también a los trámites en curso (otra decisión que nos pareció sumamente injusta, por decir algo leve al respecto).

El fin para nosotros con respecto al Consulado fue que cuando les solicitamos una entrevista en su Oficina (en Toronto) para continuar con el trámite (nosotros no teníamos que ir a Toronto pero elegimos pasar por allí en un viaje a Argentina y perder un día de vacaciones para hacer el trámite). La solicitud se hizo con 4 meses de anticipación (no se olviden que esto es sólo una entrevista para firmar un acta… un trámite que no puede durar más que unos minutos… una hora a lo sumo pensando que todo fuera muy lento) y aún con 4 meses de anticipación, el Consulado nos informa que “no podemos darle cabida a su solicitud de firmar las actas notariales el 7 de Noviembre” (sic). Repito: la solicitud fue enviada el 9 de Julio (casi cuatro meses antes). Esa fue, para nosotros, la gota que rebalsó el vaso.

Imposibilitados de seguir esa opción por mero desinterés del Consulado en hacer las cosas como corresponde, nos encontramos con “el plan B”: Hacer el trámite en Argentina (durante las vacaciones). No sé si fue por falta de información o por la sensación que cualquier trámite en Buenos Aires suele ser una locura que descartamos esa opción de movida (en un principio). La sorpresa fue grande (y muy grata) cuando comenzamos a averiguar cómo hacerlo allá. Recuerdo decirle a mi esposa que “esto me huele mal, porque en la página de Internet parece demasiado sencillo”.

En lugar de un año para firmar un acta, nos encontramos con la posibilidad de obtener un turno on-line (http://turnos.mininterior.gov.ar/turnosWeb/) en cualquiera de las 4 centrales del ReNaPer (25 de Mayo, Paseo Colón, Santa Fe y Callao y en la ciudad de La Plata). ¿La fecha para el turno? Se podían solicitar turnos, EN EL MISMO DIA. En lugar de un complicado intercambio de emails para obtener la información, los requisitos estaban en la página del ReNaPer que tiene toda la información del trámite (http://www.tramites.gob.ar/tramites/opcion-nacionalidad-argentina-hijos-argentinos-nacidos-exterior_t524) y eran simplemente 3: partida de nuestra hija, partida nuestra y un documento que acredite la identidad de nuestra hija).

Los únicos “detalles” a tener en cuenta son los siguientes

1. Debido a que la partida de nacimiento de nuestros hijos está en Ingles, hay que hacer traducir dicho documento por un traductor público en Argentina. A nosotros esto nos costó algo así como 150 pesos Argentinos, pero eso dependerá de los aranceles que tenga el traductor. En nuestro caso, el traductor no tuvo problema en aceptar traducir un escaneo que le mandamos de la partida de nacimiento de Lucia (de forma tal que para cuando llegáramos a Argentina de vacaciones la traducción ya estuviera lista). Esto es algo que les recomiendo, ya que si llegan y todo está listo sólo les falta ir al ReNaPer.

2. Respecto al traductor público que mencionara en el punto anterior: Nosotros pedimos (en el Colegio de Traductores) que nos den un papel que certifica que la firma y el sello del traductor público que aparecen en el documento de la traducción se corresponden con los registrados en el Colegio (y donde figura el número de la matrícula del traductor). Este documento sirve para certificar que dicho profesional se encuentra habilitado por la institución para firmar documentos en su calidad de traductor público. La verdad es que no estoy seguro que este papel es necesario, nosotros fuimos “a lo seguro” y cuando nos sugirieron pedirlo, lo hicimos. Dicho esto está en quien haga el trámite en decidir hacerlo o averiguar en el ReNaPer si es necesario (en nuestro caso el papel este nos lo dieron sin problema y tuvo un costo administrativo de unos 150 pesos).

Finalmente, el día del trámite fuimos al ReNaPer de Paseo Colón en la fecha y horario solicitada online y completamos en trámite en muy poco tiempo, en forma muy sencilla y sin ningún problema.

El otorgamiento de la documentación se hizo en tan sólo 20 días y hasta les permitieron a mi madre recibir la documentación en Argentina en nuestro nombre (sin necesidad de firmarles ningún poder ni nada). Lo único que hicimos para que esto fuera posible es poner el domicilio de la casa de mi mamá en del Documento Nacional de Identidad de mi hija (cosa que probablemente íbamos a hacer igual ya que nosotros no tenemos más domicilio ahí) y dejarle a ella una copia de la constancia del trámite en curso (un cupón que hay que presentar para que el empleado de Correo Argentino te dé el documento).

“Last but not least”… respecto al otorgamiento del documento, va la siguiente aclaración: Correo Argentino va hasta dos veces (según nos dijeron) a tu casa a llevarte el documento. Si te encuentran, bárbaro. Si en los dos casos no estás entonces el documento queda en el ReNaPer y ahí sí que no lo puede retirar nadie que no sean los padres, así que les recomiendo que pongan a alguien (para retirarlo) que sepan que va a estar. En nuestro caso, la casa de mi mamá tiene casilla de seguridad y la gente de seguridad está 7×24 así que sabíamos que “alguien siempre iba a haber”. Mi madre les dejó el cupón a los de seguridad y ¡listo el pollo!

Cuando llegamos al turno, llevamos cosas de más (por las dudas) como fotos, nuestra libreta de casamiento (Argentina) y más y más… la verdad es que no hizo falta (aunque pueden llevar eso y más, por las dudas, documentación extra nunca molesta y quien te dice por ahí lo piden). Insisto: si bien el trámite en el Consulado hoy por hoy está complicado para quienes no vivimos en Toronto, sigue siendo una opción posible, pero tanto desde un punto de vista de costos como desde un punto de vista de tiempos no hay razón (que yo pueda vislumbrar) para quienes vayan a Buenos Aires de visita en el futuro para no hacerlo allá… habiendo experimentado las dos alternativas (no por deseo de “probar” sino que las circunstancias en nuestro caso nos pusieron en esa situación) puedo confirmar que la opción del Registro Nacional de las Personas en Buenos Aires es mucho más sencillo.

Eso es todo, luego de esta aventura tramiteril pensé que si esta información la puedo compartir y el día de mañana le puede servir a alguien para no perder tanto tiempo (y dinero) entonces al menos algo de todo esto valió la pena 😉

¡Saludos y hasta pronto!

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